¿Cómo le va en la resolución de ese año para perder peso? ¿Ha cedido a la tentación y se ha desviado de su dieta saludable? No se preocupe. Este es un caso en el que los expertos afirman que no sólo está bien hacer trampa, sino que es beneficioso.
«El comportamiento es lo más difícil de cambiar. El cambio nunca es fácil y un cambio drástico es aún más difícil. Por lo tanto, se recomienda hacerlo en pasos pequeños», dice la Dra. Eneida Roldan, directora ejecutiva de FIU Health y especialista certificada en obesidad.
La flexibilidad es clave para alcanzar los objetivos
Durante más de una década, Roldan administró su propia práctica privada de control de peso, y rutinariamente le dio a los pacientes «permiso» para hacer trampa en sus dietas.
«Un día de trampa no causa 25 kilos de sobrepeso en un año», le dicen Roldan a sus pacientes. «Darles permiso para hacer trampa es una forma de motivar y recompensar su disposición a hacer un cambio, que finalmente, se convertirá en parte de su ADN de comportamiento».
Crédito de la imagen: Florida International University
En otras palabras, la inclusión de días de trampa, que Sharif llama «reservas de emergencia», ayudan a las personas a mantenerse en el camino, ya sea que estén tratando de perder peso o dejar de fumar. «A veces, incorporar cierta flexibilidad en los objetivos, puede ayudar a las personas a tener un mejor desempeño a largo plazo», dice Sharif.
La investigación no intentó determinar cuánto engaño es aceptable. Pero Roldán dice que, como en la mayoría de las cosas, se trata de moderación, por lo que advierte que las dietas rápidas pueden ser peligrosas y contraproducentes.
«Muchas personas toman dietas drásticas después de las vacaciones, antes del verano cuando quieren ponerse un traje de baño nuevo, o cuando se avecina algún evento especial y quieren lucir lo mejor posible», dice Roldan. «Pero las dietas extremas son una idea extremadamente mala».
Las dietas extremas pueden ser peligrosas para su salud
Aunque se sienta bien con una pérdida de peso rápida, al final, una dieta drástica tendrá cierto impacto, tanto físico como psicológico.
Roldan advierte que físicamente, las dietas extremas pueden causar deshidratación; cambios en el corazón que ocasionan pérdida potencial de masa muscular, y luego hay algo llamado rebote metabólico, en el que el cuerpo deja de perder peso incluso cuando no estamos comiendo tantas calorías.
Esto también causa un aumento drástico de peso a medida que aumentan las calorías.
Psicológicamente, dice ella, podrían presentarse desórdenes emocionales debido a los cambios metabólicos y hormonales que aumentan el estrés y la depresión. En última instancia, esto puede dar lugar a atracones y sentimientos de culpa.
En lugar de programas riesgosos de pérdida rápida de peso, Roldan recomienda que lo mejor es comprometerse a cambiar su estilo de vida, y aceptar que está bien dar pequeños pasos que gradualmente le llevarán a su meta sin comprometer su salud.
Fuente
Articulo suministrado por: Florida International University
