La conectividad y el compromiso social significativo deben promoverse como componentes integrales del envejecimiento saludable, según una nueva colección de artículos en el último número de Public Policy & Aging Report (PP & AR ) de The Gerontological Society of America (GSA). Varios autores también detallan una serie de iniciativas que, de ser replicadas, son prometedoras para disminuir el aislamiento entre los adultos mayores.
Más de 8 millones de personas mayores de 50 años están socialmente aisladas. Eso significa que pueden carecer del apoyo de una red social de amigos, familia o comunidad.
El costo del aislamiento social
El aislamiento social se ha relacionado con presión arterial alta, mayor susceptibilidad a la gripe y otras enfermedades infecciosas, enfermedad cardíaca, e inicio temprano de demencia.
«A medida que envejecemos, las conexiones sociales pueden contribuir de manera importante a nuestro bienestar». Dijo el Director Ejecutivo y CEO de GSA James Appleby, BSPharm, MPH.
«Ahora, a través de nuestro Informe sobre Políticas Públicas y Envejecimiento, me enorgullece que GSA esté agregando un nuevo ímpetu a la investigación en esta área. En última instancia, esto conduce a nuevos conocimientos basados en la evidencia que pueden traducirse en prácticas y políticas sensatas».
En un artículo Julianne Holt-Lunstand, PhD, de la Universidad Brigham Young, expresa la necesidad de esto y concluye que, ahora se tiene evidencia sustancial sobre la relación entre la conexión social y una reducción significativa en el riesgo de mortalidad prematura, y que el aislamiento aumenta significativamente dicho riesgo.
Estos riesgos exceden aquellos asociados con otros factores que reciben recursos sustanciales de salud pública: obesidad, contaminación del aire, tabaquismo e inactividad física.
Fuente
El nuevo número de PP & AR, se titula «Falta de conexión social y sus consecuencias» y se puede acceder en academic.oup.com/ppar/issue/27/4 ..
